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Buscar alternativas energéticas ha sido, y es, una de las máximas prioridades de la sociedad actual. Esto es debido a la urgente necesidad por cuidar del medioambiente y conservar los recursos naturales del planeta que cada vez resultan más escasos. De ahí que la energía solar o fotovoltaica se haya convertido en la alternativa más segura y eficaz de los últimos tiempos.
La energía proveniente del sol está llena de ventajas, tanto para el planeta como para el propio consumidor. Es una fuente renovable e inagotable, reduce la huella de carbono en el medioambiente ya que no genera ningún tipo de emisión química, no depende de las fluctuaciones del mercado energético y, por supuesto, puede ser utilizada de forma independiente para el propio consumo o generar para un abastecimiento mayor. De esta forma nos encontramos con dos acciones distintas: el autoconsumo y la autogeneración. ¿Sabes cuáles son sus diferencias?
Dos términos parecidos pero con importantes diferencias
Aunque en un principio estamos hablando de dos términos muy parecidos y que podrían confundirse con gran facilidad, existe una brecha entre ambos que es interesante conocer.
¿Qué es el autoconsumo?
A grandes rasgos, conocemos como autoconsumo aquellos bienes y servicios que la propia persona desarrolla, produce o elabora con el fin de abastecer únicamente sus necesidades. Esto quiere decir que aquellos productos resultantes de estas acciones, no se exponen en el mercado, ni tampoco es un elemento que logra beneficios, salvo los que encuentra en su consumo particular.
Los ejemplos de autoconsumo más comunes suelen ser aquellos que provienen del sector de la alimentación y, en especial, aquellos relacionados con la agricultura y la ganadería. Es lo que también se conoce como la economía de la subsistencia. Los contratos ppa de autoconsumo con uno de los ejemplos.
¿Qué es la autogeneración?
En un principio nos podemos encontrar con la misma definición ya que se trata de generar una serie de productos o servicios por uno mismo y sin tener que depender de otros. Sin embargo, en esta ocasión, esa autogeneración podría ampliarse a límites más allá del propio consumo particular. Es decir: lo que genera uno mismo se revierte en otros usos o un mercado específico para ello.
Por utilizar el mismo ejemplo anterior de la agricultura, podríamos plantar un determinado alimento, como podrían ser cereales, para el consumo propio a partir del pan u otros productos que lo necesiten. Pero, también, se podría emplear parte de ese cereal para alimentar el ganado, por ejemplo, o llevarlo a una cooperativa local a cambio de otros alimentos no autogenerados.
Diferencia entre autoconsumo y autogeneración en el tema energético
Según el Gobierno de España, en su Ley 24/2013 del 26 de diciembre, se conoce como autoconsumo: “El consumo por parte de uno o varios consumidores de energía eléctrica proveniente de instalaciones de producción próximas a las de consumo y asociadas a los mismos”. Además distingue dos modalidades:
- Autoconsumo sin excedentes. El propio generador de la energía es el consumidor en su totalidad.
- Autoconsumo con excedentes. Existen más consumidores que el propio generador, pudiendo contar con más asociados a la red que se encuentren próximos o cercanos a la red de distribución.
Existe un consumo aislado, aquel que no cuenta con una red eléctrica de suministro, sino que el consumo es instantáneo, según la produce la propia instalación fotovoltaica. En el caso de que se produjera un excedente de energía, se almacenaría en baterías, previstas en la misma instalación, para su uso posterior. Es la mejor opción para los particulares.
Y también se cuenta con un sistema conectado a la red. Son los que cuentan con el soporte de la red general por lo que se pueden añadir los excedentes de energía no utilizada y, de igual forma, utilizar los que se necesiten y que no hayan podido ser producidos por la instalación particular. Una excelente opción para las empresas, de esta forma se aseguran la continuidad del flujo energético.
En resumen
El autoconsumo es la cantidad de energía que consume el propietario de la planta energética del propio consumidor y que lo hace de forma instantánea, es decir, en el mismo momento en el que se va generando.
Por contra, la autogeneración es la cantidad de energía que un consumidor genera, con independencia de donde lo haga, respecto a la consumida en un tiempo determinado.
Independientemente de la modalidad elegida, en Quantica Partners somos especialistas en ofrecerte la mejor solución, tanto si es para un consumo particular o empresarial. Además, la seguridad de estar generando buenas energías para el medioambiente.